Risalendo nel corridoio principale, Stefano mi richiama l’attenzione su di una porta che da verso un chiostro interno, è una porta datata che conserva un buco ampio nel quale far penetrare una chiave d’epoca; mi propone di fare una foto e l’idea mi attrae, quindi accendo la fotocamera, mi inginocchio e scatto la prima fotografia: troppo nera, tanto da eliminarla subito. La seconda è sfuocata e penso che il compito di realizzare una buona foto sia arduo, anche perché sarebbe un normale giardino, cosa ci sarebbe di tanto speciale? Mi ricompongo e sto per cancellare anche questa foto, quando mi accorgo che la sfuocatura della foto nasconde una statua, sicché con la curiosità a mille, mi re-inginocchio, spio con un solo occhio e mi accorgo che il fascino di quella statua meriti più impegno e riprovi a scattare la foto della giornata, fino a che non porto a casa un buon risultato.

Al quarto tentativo la missione è compiuta, la foto c’è e il titolo mi sembra scontato: Sbirciare da una serratura.

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It is Sunday of last week when I visit, with my friend Stefano, the summer residence of the Spanish royal family, El Escorial, located in a town near the mountain range in Madrid; it's cold and the first season snow flakes fall, but it's not a problem if you have a good jacket.

The entrance fee is 10 €, a relatively high price, but for how much art and history there is inside that castle is worth it. As in many other Spanish realities, the paintings of Italian artists are many, from Titian to Tintoretto to Lotto to Negretti to Veronese. Below the ground there is the most important part, the burial chambers inside which kings, queens and infants of the Spanish dynasty are buried, since the birth of the nation. It is a triumph of grandeur.

Going up the main corridor, Stefano draws my attention to a door that leads to an internal cloister, is a dated door that preserves a large hole in which to penetrate a key of the era; he proposes me to take a picture and the idea attracts me, so I turn on the camera, I kneel and take the first photograph: too black, so as to eliminate it immediately. The second is blurred and I think the task of making a good photo is difficult, even because it would be a normal garden, what would be so special? I recompose myself and I'm deleting this picture, when I realize that the blur of the photo hides a statue, so full of curiosity, I kneel again, I spy with only one eye and I realize that the charm of that statue deserves more commitment and I have to try again to take the picture of the day, until I bring home a good result.

At the fourth attempt the mission is accomplished, the photo is there and the title seems obvious: Peeking from a lock.

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Una historia detrás de una foto, 11. Mirando desde la cerradura.

Es el domingo de la semana pasada cuando visito, con mi amigo Stefano, la residencia de verano de la familia real española, ubicada en un pueblo cerca de la Sierra de Madrid; hace frío y caen los primeros copos de nieve de la temporada, pero no es un problema si tienes una buena chaqueta.

El precio de la entrada es de 10 €, un precio relativamente alto, pero vale la pena por la cantidad de arte y historia dentro de ese castillo. Como en muchas otras realidades españolas, las pinturas de los pintores italianos son muchas, desde Tiziano a Tintoretto, a Lotto, a Negretti, a Veronese. Debajo del suelo se encuentra la parte más importante, las cámaras funerarias en las que están enterrados los reyes, las reinas y los infantes de la dinastía española, desde los albores del nacimiento de la nación. Es un triunfo de grandeza.

Al subir por el pasillo principal, Stefano llama mi atención hacia una puerta que conduce a un claustro interno, es una puerta anticuada que conserva un gran agujero en el que penetrar una llave de la época; me propone tomar una foto y la idea me atrae, así que enciendo la cámara, me arrodillo y tomo la primera fotografía: demasiado negra, así que la elimino de inmediato. La segunda está borrosa y creo que la tarea de hacer una buena foto es difícil, porque sería un jardín normal, ¿qué sería tan especial? Lo recomencé y también estoy a punto de borrar esta imagen, cuando me doy cuenta de que la imagen borrosa de la foto esconde una estatua, así que con la curiosidad a mil, me arrodillo, espío con un solo ojo y me doy cuenta de que el encanto de esa estatua merece más compromiso e intentar nuevamente tomar la foto del día, hasta que traiga a casa un buen resultado.

En el cuarto intento se cumple la misión, la foto está ahí y el título parece obvio: echar un vistazo desde una cerradura.

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